Los  bordados con microcristales o micrometales en un bolso se han realizado desde que empezó a usarse como complemento de moda.

Si observamos un bordado en microcristales de colores en bolsos hechos en los siglos XVIII y siguientes, observamos el enorme trabajo que conlleva.

Cuando se quería resaltar determinados adornos: paisajes (bolso escénicos), flores (bolsos florales) o cualquier otro tipo de figura, se podía hacer con puntos de petit point o con micrometales y microcristales.

Tanto unos como otros requerían una vista privilegiada para pasar por el ojo de la delgada aguja y combinar los colores.

No era fácil realizar manualmente los bordados con microcristales o micrometales en un bolso.

Un trabajo muy costoso bordados con microcristales o micrometales en un bolso

A veces llegan al Museo del Bolso algunos bordados que requieren reparación y se plantean muchos problemas a la hora de realizarlos.

Los cristales y metales que se fabricaron antiguamente no permiten el paso de las agujas normales actuales.

Tampoco en la antigüedad se podía ensamblar los metales y los cristales con medios mecánicos que aligerasen la paciente labor.

Los dibujos se realizaban en una plantilla que se llevaba a la parte del bolso que se quería reproducir con el bordado.

Las dificultades obligan a tener que improvisar para reproducir las proporciones que requieren los trabajos representados en los arreglos de rehabilitación de bordados dañados.

En el momento actual los bordados se programan y son las máquinas automáticas las que los realizan con total perfección.

Aquel era el valor de la artesanía y esa es la esencia de un bolso hecho a mano en aquellos glamorosos años.

 

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