El zurrón en una imagen de El Buen Pastor

Un hombre portando la bursa

El bolso o zurrón en el arte Paleocristiano nos ha dejado alguna representación de los contenedores empleados en los siglos I al VI por los pastores.

Una prueba de ello es la escultura de «El Buen Pastor”, un símbolo de Cristo en el Arte Paleocristiano.

Desde el nacimiento del cristianismo hasta la invasión bárbara de Roma, se produce un largo periodo en el que florece lo que se llamó el arte Paleocristiano. Un periodo de tiempo en el que el bolso o zurrón en el arte Paleocristiano apenas tiene incidencia.

Las vestimentas corresponden a las mismas que se utilizaban en el Imperio Romano tardío y se caracterizaban por la sencillez.

Roma era el centro y emblema de la cristiandad es por eso por lo que tanto las costumbres como la indumentaria fuese un reflejo de aquel Imperio.

Los cristianos deben esconderse en las grutas y pasadizos de las catacumbas y la propia fe en Cristo recomienda no hacer uso alguno de las riquezas y los vestidos o complementos excesivos.

La persecución cristiana da paso a un arte religioso lleno de símbolos que tratan de divulgar la nueva doctrina. El bolso no tiene ninguna influencia en el estilo de vida y se limita a morrales, zurrones o bolsas hechas en cuero.

Las mujeres ataviadas con túnicas no mostraban bolso alguno. El bolso como complemento no existía y por tanto su uso era exclusivamente para trasportar pequeños o grandes objetos de un lugar a otro.

 

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