La elegancia de los años 30 se refleja en la combinación de ámbar para un bolso con estilo.
El ámbar no es un mineral propiamente dicho. Es una resina fosilizada con cientos de miles de años. En el mundo se encuentran multitud de yacimientos de ámbar.
España posee varios de los yacimientos más importantes a nivel mundial situados en Cantabria, Teruel y Burgos.
Por lo tanto la utilización del ámbar es muy variada y se empleó para añadir determinados aspectos a algunos bolsos.
El ámbar es una resina de coníferas que se obtiene a partir de “heridas” producidas en los árboles.
Tiene intensas conexiones con la Tierra y, según algunos, es una piedra que asienta las energías superiores.
En la combinación de ámbar para un bolso con estilo siempre se consiguen resultados de gran belleza, por ejemplo en bastidores y cierres.
Ajenos a los nuevos materiales, los bolsos antiguos adquirían un toque de especial elegancia con borlones o bastidores hechos con ámbar.
Es un bolso muy elegante hecho con piel de serpiente y una boquilla de ámbar transparente con un cierre formado por dos bellotas del mismo material.
En este bolso encontramos lo que hace que el complemento se inmortalice, ya que las líneas y el componente de materiales no pasan de moda si son naturales.
Los bolsos con toques de materias que se encuentran en la naturaleza, son siempre bien aceptados por las mujeres de hoy.
La ausencia de sintéticos en las combinaciones de materiales refuerzan la calidad.
La colección museográfica del Museo del Bolso dedica un apartado especial a los bolsos de finales del XIX y principios del XX en los que abundan este tipo de elementos naturales.