Limosnera de seda bordada. Museo del Bolso
Se ha escrito mucho sobre el principio del uso del bolso para la mujer. Algunos lo han localizado en el siglo XVIII con la aparición de la retículo – retícula o como en términos irónicos se llegó a llamar «ridícula».
¿Fue la retícula el primer bolso para la mujer?. Evidentemente no, las damas utilizaban bolsos desde la misma Edad Media e incluso antes, aunque aquellos bolsos no formaban parte de la indumentaria femenina.
La limosnera llamada retícula es un bolso sin boquilla que cierra con cintas o correas de piel. Podía bordarse con aplicaciones de abalorios e incluso hilos de oro y plata con aplicaciones de piedras semipreciosas.
La limosnera retícula es un bolso para ser visto, por lo tanto las señoras de la época se esforzaban en rivalizar con la originalidad y brillantez de esa limosnera. pero la Retícula no fue el primer bolso para la mujer.
Se asemejaban a aquellas bolsas empleadas, ya desde el Medievo en los templos católicos, para recoger las limosnas para el culto o los pobres. Estas limosneras se hacían en diversos tipos de paños, desde terciopelos hasta sedas y fueron inmortalizadas en la corte de Napoleón.
Las limosneras retículas aparecen cuando los vestidos se estrechan y las mujeres dejaban de utilizar los pliegues de sus vestidos para guardar objetos tales como llaves, monedas o algún tipo de cosmético.
La limosnera no ha dejado de fabricarse desde entonces, naturalmente con versiones modernas y en consonancia con los tiempos. Firmas de moda como Gucci,Dior, Hermés o Vuitton, entre otras presentan en sus colecciones limosneras muy atractivas.