Son muchos los aspectos y los motivos que caracterizan a los bolsos exóticos que no siempre están relacionados con el tipo de material con el que se confecciona.
Algunos consideran que los motivos que caracterizan a los bolsos exóticos son porque están hechos con pieles que se denominan así mismo exóticas: pitones; avestruces o reptiles en general.
Pero el exotismo en términos generales es la atracción que nos produce lo que no es propio, es decir, aquello que viene o se produce en lejanos países de culturas legendarias y ancestrales.
El exotismo puede referirse a los materiales empleados en la confección de un bolso, aunque también se puede aplicar a aquellos complementos que nos inspiran momentos o circunstancias especiales.
Lo que nos mueve al reconocer un bolso como exótico no siempre es ejemplo de positivismo.
Un bolso exótico por el tipo de piel con el que se fabrica causa a veces un daño importante ecológico o de esquilmación de especies.
En el pasado se fabricaban bolsos, zapatos y otros complementos, e incluso vestidos, con pieles de animales en libertad que se cazaban sin ningún tipo de norma.
Afortunadamente en los momentos actuales, las pieles de los animales que se emplean para producir bolsos, corresponden a animales criados para este fín, con ello no se produce el efecto de extinción de antaño.
El término exótico no es privativo de las pieles empleadas, puede tratarse de otros materiales: maderas nobles; marfil; piedras semipreciosas; herrajes o cualquier otro elemento que nos produzca sensación de exotismo.
El Museo del Bolso tiene una sección dedicada a «Bolsos Exóticos» donde agrupa y clasifica estos extraños contenedores que se salen de nuestro entorno y cultura y nos inspira expectación.