Nos parece una excentricidad más que una zapatilla de sesenta mil euros con recortes de los Birkin alcance esa cifra.

Esa ha sido una de las noticias destacadas de la semana,

Un grupo de diseñadores asociados bajo el nombre MSCHF han creado una sandalia para hombre confeccionada con retales de bolsos de la marca Birkin de Hermès.

Indudablemente que los citados bolsos son los más caros del mercado y, alguno de ellos, considerados como joyas de la moda del complemento.

Pero de ahí a llegar a un diseño de una sencilla sandalia con esos recortes y que alcance la cifra de 75.000 dólares, nos parece excesivo.

Suponemos que los primeros sorprendidos habrán sido los propios diseñadores de Herès e incluso su equipo directivo que, al parecer, son ajenos a esta idea.

Somos conscientes de la importancia de los Birkin, de las cifras astronómicas que estos bolsos alcanzan en subastas internacionales, con precios que se acercan al medio millón de dólares por unidad, pero esto es otra cosa.

La respuesta es todavía más sorprendente. Se están vendiendo estas zapatillas a coleccionistas y a personajes del mundo del folk y raperos destacados.

Ante este nuevo planteamiento podemos llegar a plantearnos que el mundo de la moda está atravesando por momentos de incertidumbre.

Las creaciones son algo más que anteponer planteamientos económicos a ideas casi vulgares. Unas simples sandalias, con líneas súper clásicas, no dejan de ser más que creaciones menores por muchos aditamentos que se les incorpore.

La zapatilla de sesenta mil euros con recortes de los Birkin es muy loable y con un aprovechamiento de pieles o tejidos con historia, pero no creemos justifique sus precios.

 

 

 

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