El enorme poder del bolso queda reflejado a lo largo de la historia reciente de este complemento.
El bolso de mano es una prenda que encierra múltiples connotaciones para la mujer y transmite sensaciones y sentimientos.
Probablemente nos preguntamos sobre la importancia de los bolsos y los zapatos como complementos del vestido, pero la respuesta siempre es la misma, ambos objetos convertidos en cualquier tipo de look, nunca pasan desapercibidos.,
Hace poco leíamos que los bolsos y los zapatos no son sólo un complemento, para muchas mujeres son un objeto de culto. Los escritos sobre su historia proclaman la importancia desde tiempos inmemoriales.
El enorme poder del bolso transmite una serie de cualidades a la mujer que, podríamos decir incluso, habla de ellas sin palabras.
La personalidad de quien los lleva se refleja mucho más que escrutando sus miradas, incluso atraviesa la belleza de la persona, El bolso dice mucho más, transmite emociones.
El bolso, en sus diferentes estilos, es un complemento muy femenino, se convierte en el amigo inseparable de la mujer, compañero de viaje y guardián de intimidades.
A veces, la vida de una mujer se delata echando una mirada a su bolso, se intuye el estilo de vida y transmite sensaciones de libertad en la mujer que lo lleva.
En algunos casos, el bolso se lleva como un símbolo del poder. Los bolsos joya de marcas tan emblemáticas como Hermès, por citar un ejemplo, suelen dar seguridad, sabedora quien lo porta que levantará admiración.
Símbolo y eternidad
El bolso en una mujer es el símbolo de su feminidad, «siempre con su bolso y a todas partes». Es un complemento de uso diario y en todas las ocasiones. A diferencia del zapato, se conservará siempre, especialmente el bolso de marca, y se transmitirá de madres a hijas.
El bolso tiene el poder casi de la eternidad, pasarán los siglos y siempre estará ahí, guardado, aunque un determinado tipo ya no se use a diario.
El poder del bolso impulsa y complementa ampliamente el poder de la moda.