Un bolso de calidad es inversión segura y en muchos momentos, como los actuales, se convierten en un refugio con garantía.
El prestigioso periódico «El Economista» publica el 27 de diciembre un trabajo firmado por Mabel Figueruelo, que coincide plenamente con lo que hemos venido apuntando a lo largo del tiempo a través de este blog.
Cunado decimos que un bolso de calidad es inversión segura, lo hacemos desde el convencimiento y la experiencia de los creadores de las mejores marcas.
Las mejores firmas se encargan de hacer series muy cortas, acompañadas de largas esperas para conseguir un bolso exclusivo.
El trabajo artesano y de calidad contribuyen a elevar los valores de esas «joyas» que a todos nos guastaría poseer.
El mercado del bolso se ha sabido posicionar y, en el momento actual, supone un símbolo de estatus social.
Con las estrategias de las mejores marcas de bolsos, no importa tanto el precio, lo verdaderamente sorprendente es generar ilusión que se trasforma en el deseo de poseer un determinado bolso.
Algunos expertos consideran que invertir en un buen bolso puede superar a la inversión en, por ejemplo, un Rolex de oro.
A la cabeza siempre Hermès, pero no son los únicos. Márcas cono Coco Chanel, Dior o Prada, entre otros, posicionan bolsos icónicos que suponen inversiones seguras.
Frecuentemente surgen marcas casi desconocidas para el gran público que pronto se convertirán en iconos de moda y refugio de inversores.
El bolso es una alternativa a los ahorradores, con la gran diferencia que esos ahorros pueden mostrarse públicamente y contribuyen a marcar un sello de moda y calidad.