Bolsas y otros contenedores usados por los griegos
El bolso en la cultura Griega ha sido recogido por historiadores como Plinio, cosa que no pasó con el bolso en la cultura romana.
Los antiguos griegos, a pesar de no conocer el jabón, se bañaban con mucha frecuencia, se afeitaban con el uso de cuchillas, les gustaba ir muy perfumados y aceites, perfumes, cuchillas….lo guardaban en una bolsa.
Hay una vieja leyenda sobre el bolso en la cultura griega:
«Cada hombre nace en el mundo con dos bolsos suspendidos del cuello…. uno al frente y otro en la espalda. Todo el bolso que lleva al frente está lleno de las faltas de sus vecinos, y el bolso grande que lleva detrás en la espalda, lo lleva lleno de sus propias faltas y defectos.”
Ya desde la destrucción de Troya por los griegos, se narraban los episodios más violentos de la epopeya que cantara Homero.
En un ánfora procedente de Tarento y pintada por el llamado “Pintor del Casco”, en el siglo IV a.C. y conservada en el Museo del Louvre.
Esta ánfora narra la muerte de Príamo cuando él y su esposa Hécuba escapaban a la destrucción de la ciudad y se refugiaron junto al altar que había en su palacio e invocar la protección, Neoptólemo degolló o Priamo dejando su cadáver insepulto.
El traje jónico estaba compuesto por el pharos, un manto de lino, y un largo echarpe oblicuo, formado por una bolsa de tela. Se trabajaba en lino y otros tejidos que daban un aspecto elegante y fino, especialmente al vestido femenino.
Según Plinio, nos relata que el pintor Polignoto fue el primero en inaugurar en las mujeres los tintes vivos que los contemporáneos denominaron colores floridos y esos mimos colores se aplicarían a las bolsas confeccionadas para llevar bajo el manto o la túnica.